méxico | 29 de Noviembre de 2020

En un panorama conservador, “México podría tener 200 millones de dosis de la inmunización porque el costo es mucho menor y de manejo más sencillo que aquellas de RNA –como la desarrollada por Pfizer– que tienen que ser conservadas a menos de 70 grados centígrados, en tanto ésta puede ser almacenada y transportada a entre -2 y -8 grados”.
La vacuna de AstraZeneca es un vector viral no competente para replicarse, que en las fases 1 y 2 ha brindado una inmunidad de entre 68 y 100 por ciento en centenares de personas, mientras en la fase 3 –cuando se aplicó a gran escala entre individuos de 18 a 55 años– las pruebas de inmunidad alcanzan 70 por ciento, con algunos efectos secundarios como fatiga, dolor de cabeza y malestar general en la primera y segunda dosis.
La Fundación Carlos Slim tiene un convenio para su producción y distribución en México, lo que crea aún más expectativas y hace que “se aminore la crisis económica de alguna manera y cree esperanza en la mitigación de la enfermedad”, dijo en la conferencia Virología, epidemiología y vacunas para SARS-CoV-2.
Existe un esfuerzo global para caracterizar al virus y el curso clínico de la enfermedad por Covid-19 que ha llevado a trabajar de manera intensa, a fin de encontrar una vacuna urgente para mitigar los efectos de esta pandemia causada por el virus SARS-CoV-2.
Actualmente se tienen datos de los ensayos de las primeras dos fases de inmunizaciones candidatas que sugieren que son seguras y efectivas, e incluso muchas de ellas ya están en fase 3 y precisan que estarán listas en unos meses.